LOS TALISMANES DE LA LUNA

Los talismanes de la Luna Los talismanes, (del griego Talesma, rito propiciatorio) son objetos impregnados de poder mágico que protegen contra la suerte adversa. El uso de los talismanes data, posiblemente, de la aparición del hombre sobre la Tierra, y ha tenido en todas las épocas - incluso en la actualidad - seguidores y creyentes apasionados. Como todo objeto mágico, tienen que armonizar con las benéficas influencias que han de propiciar. El material del que están hechos, puede ser valioso o modesto, pero ha de tener correspondencia con la finalidad para la que se destina. El poder de los talismanes deriva del principio de analogía sobre el que se basan todos los rituales mágicos; de este modo las influenciadas solares están armonía con el oro, el rubí y el crisolito, mientras las lunares lo están con la plata, el cristal y las perlas, por ej. Un talismán para proteger contra una enfermedad determinada, tiene que estar hecho con un metal ligado al astro quien rige dicha parte del cuerpo. Los talismanes de la Luna se consideran especialmente indicados para proteger a las parturientas, viajeros, navegantes, etc. Deben fabricarse durante la conjunción del Sol y la Luna y utilizando una aleación compuesta por los siete metales planetarios (también pueden utilizarse minerales o hierbas correspondientes a cada uno de ellos) oro para el Sol, plata para la Luna, mercurio para Mercurio, cobre para Venus, hierro para Marte, estaño para Júpiter y plomo para Saturno, y se han de llevar en un saquito con sal o alcanfor en contacto con la piel, preferiblemente colgado del cuello. Su forma debe ser circular, o mejor como una media luna, y el día más propicio para hacerlo será el jueves, día de Júpiter, planeta de la suerte.