miércoles, 29 de octubre de 2008

La Magia del Incienso

El poder del incienso reside en sus sutiles vibraciones y en su aroma, con el cual se enriquece cualquier ritual. Es hermoso perderse en éxtasis, observando el incensario sobre el altar con sus tenues volutas de humo que se entrelazan como si se tratara de la danza de una serpiente. La palabra "perfume" significa "a través del humo" y las primeras en utilizarlo fueron las sacerdotisas que, por medio de fragancias exquisitas, elevaban sus ofrendas a la Diosa, sacralizaban el ambiente del templo y purificaban su alma. El más antiguo de los aromas empleados es seguramente el incienso. Las mismas lo mezclaban con distintas hierbas, de acuerdo al propósito de los rituales que celebraban. El poder del incienso reside en sus sutiles vibraciones y en su aroma, con el cual se enriquece cualquier ritual. Es hermoso perderse en éxtasis, observando el incensario sobre el altar con sus tenues volutas de humo que se entrelazan como si se tratara de la danza de una serpiente, creando una atmósfera mágica y misteriosa. Cuando el incienso arde, el lugar sufre una transformación, su humo perfumado purifica el altar y el área circundante, alejando las vibraciones perturbadoras y negativas. Se quema incienso, al hacer magia, con el fin de estimular la conciencia ritual, es decir: crear el estado de ánimo preciso para despertar y dirigir la energía personal. Ese estado de ánimo también se alcanza mediante la utilización de instrumentos mágicos, permaneciendo de pie ante el altar encantado donde arden las velas, entonando canciones para la Diosa y pronunciando sus mantras. Es una valiosa ayuda para nuestros rezos ya que, al elevarse, el humo lleva el mensaje directamente a las divinidades que se invocan. Podemos también quemar inciensos con fórmulas especiales con el fin de atraer ciertas energías específicas. A partir de ahora, en la "Botica de la Diosa" podrás contar con diferentes mezclas de inciensos, hierbas y esencias. Vienen acompañadas con las instrucciones para que armes tu altar y celebres tu ritual, de acuerdo al propósito que necesites lograr, tal como lo hacían nuestras antepasadas consagradas a la Diosa. Por ahora contamos con las siguientes: Ben Zai Ten: Para pedir a la Diosa japonesa de la Felicidad, que atraiga hacia nosotras a nuestro verdadero compañero del Alma. Ochún: Para que esta sensual orixá nos ayude a encender la pasión junto a nuestra pareja, para que nuestros encuentros sexuales sean intensos y no estén separados del amor sino que se trate de una unión sagrada. Iemanjá: La Madre de las orixás agrega al propósito de la pareja con amor y pasión sensual, el objetivo de quedar embarazada por medio de esa unión sagrada (da resultado siempre y cuando no persigas fines manipulativos y, por supuesto, tengas en cuenta tu calendario menstrual) .María Magdalena: La Suma Sacerdotisa de Ishtar nos ayuda a sanar vínculos o relaciones heridas. Hécate: La Madre de las Brujas limpia nuestra casa de energías negativas, nos protege de eventuales enemigos y hace nuestro ambiente sagrado. Lakshmi: La Diosa hindú de la Belleza y la Prosperidad, colma nuestras vidas de Abundancia.

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