miércoles, 29 de octubre de 2008

SIMBOLOGIA

Las correspondencias numerológicas de los nombres Desde tiempos inmemoriales, el nombre propio ha jugado un papel fundamental en la espiritualidad humana. Los Dioses poseían nombres ocultos, que sólo los sacerdotes conocían, ya que si los clanes enemigos lo conocían podrían operar magia en su contra. Desde tiempos inmemoriales, el nombre propio ha jugado un papel fundamental en la espiritualidad humana. Los Dioses poseían nombres ocultos, que sólo los sacerdotes conocían, ya que si los clanes enemigos lo conocían podrían operar magia en su contra. Encontramos en los mitos de distintas culturas episodios en que los protagonistas intentan adivinar el nombre de su contendiente, lo cual les dará poder sobre él. La expresión conocer el nombre de la cosa es poseerla expresa el poder simbólico del nombre. Muchas escuelas de misterios, entre ellas la Wicca, utiliza nombres iniciáticos, esto es, nombres que son elegidos por el iniciado y que sólo son conocidos dentro de su Orden. El nombre iniciático o nombre mágico debe resonar en concordancia con la personalidad mágica de quien lo usa. Muchos utilizan nombres de deidades o figuras míticas, como una forma de sintonizar con las energías arquetípicas representados por éstas. Cuando nacemos, nuestros padres y familiares eligen para nosotros un nombre. En cierta medida, ese nombre condiciona la construcción de nuestra personalidad, y en muchos casos resuena acorde a nuestra personalidad. Pero en muchos casos esto no ocurre, más aún si la persona ha vivido cambios de conciencia importantes, o ha pasado por ritos de pasaje que han implicado un renacimiento interior. Es en este caso que toma sentido la elección o confección de un nombre mágico, que refleje el nuevo ser que se ha gestado. Una técnica para la elección o construcción de nombres mágicos es utilizar las correspondencias numerológicas a fin de hacerlo concordar con la fecha de nacimiento o de iniciación. Para elo, tomamos la fecha de nacimiento y sumamos los dígitos por separado, hasta reducirlo a un número de una cifra. Por ejemplo, si la fecha de nacimiento es el 15 de febrero de 1954, sumamos 1+5+2+1+9+5+4, lo que nos da 27, y 2+7 nos da 9. Por lo tanto, el número de la fecha de nacimiento es 9. Hay diferentes métodos para hallar las correspondencias, pero el más utilizado es el que mostramos a continuación: Número 1. Letras: A J S Número 2: Letras: B K T Número 3: Letras: C L U Número 4: Letras: D M V Número 5: Letras: E N W Número 6: Letras: F O X Número 7: Letras: G P Y Número 8: Letras: H Q Z Número 9: Letras: I R Si la persona se llama, por ejemplo, Luis, sumamos los números correspondientes a las letras, siendo 3+3+9+1, lo que nos da 16, y 1+6 nos da 7. Por lo tanto, no existe correspondencia numerológica entre el nombre y la fecha de nacimiento. Si, por ejemplo, cambiara la s final por una c, cambiando el nombre a Luic, nos daría 9, al igual que la fecha de nacimiento. Correspondencias:Como vimos antes, cada número se corresponde con una o más letras del alfabeto. Además, cada número se corresponde con un planeta, un elemento, y varios colores. Nuevamente aclaramos que no nos estamos basando en un sistema de correspondencias cabalístico. 1 Letras: A, J, S Planeta: Sol. Elemento: Fuego. Colores: Rojo, marrón, amarillo, dorado. 2 Letras: B, K, T Planeta: Luna. Elemento: Agua. Colores: Naranja, verde, blanco 3 Letras: C, L, U Planeta: Júpiter. Elemento: Fuego. Colores: Amarillo, violeta, lila 4 Letras: D, M, V Planeta: Urano. Elemento: Aire. Colores: Verde, azul, gris 5 Letras: E, N, W Planeta: Mercurio. Elemento: Aire. Colores: Azul 6 Letras: F, O, X Planeta: Venus. Elemento: Tierra. Colores: Indigo, azules 7 Letras: G, P, Y Planeta: Neptuno. Elemento: Agua. Colores: Violeta, verde, Amarillo 8 Letras: H, Q, Z Planeta: Saturno. Elemento: Tierra. Colores: Rosado, gris oscuro, azul, violeta, Negro 9 Letras: I, R Planeta: Marte. Elemento: Fuego. Colores: Dorado, rojo, carmesí, rosado

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